Dueños de casinos y tragamonedas vinculados a operaciones sospechosas por US$479 millones.
El negocio del azar en Perú es muy diverso. Por un lado, por ejemplo, está el casino Atlantic City en Miraflores. En mayo, sus salones alojaron un evento por su aniversario, que contó con una torta de dos metros y arlequines en zancos entre cientos de tragamonedas. La otra cara de esta industria aparece a 1.300 kilómetros de esta fiesta, en Puno. Aquí, un local opera no más de 20 tragamonedas, a pocos metros de la frontera con Bolivia.Por primera vez en su historia, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha publicado un estudio sobre el riesgo de lavado de dinero en este sector. Una investigación de La Encerrona y Conectas ahondó en las vulnerabilidades detectadas por la UIF y halló offshore en Panamá que han operado casinos en Perú; salas que no solicitan documento de identidad para ingresar o cambiar fichas por dinero; y una serie de pesquisas fiscales por presunto lavado de dinero y delitos tributarios contra empresarios de este sector.